LA CAVERNA NACIONALISTA

El passat 26 de gener, ABC, Catalunya publicava un article d’opinió titulat LA CAVERNA NACIONALISTA veient aquest titol vaig creure que parlaven de la premsa madrilenya més beligerant contra Catalunya i que farien o bé una crítica, poc problable coneixent la linia editorial del diari, o bé un enaltiment. Doncs, no! Oh, sorpresa… contraataquen intentant difondre que és a Catalunya més nacionalista que té una sèrie de gladiadors que lluiten mediàticament contra Espanya. Es ben cert aquella dita que diu: “aquests són com aquell lladre que mentre et fot la cartera va cridant, al lladre! Al lladre! Per desviar l’atenció”.

Llavors vaig pensar… faré un exercici d’agafar l’article canviar-li només les paraules claus Catalunya per Espanya, tv3 per Intereconomía,Veo7 o Tele5, etc. a veure que passa? Compareu el text nou amb l’original i veure quina sorpresa!

LA CAVERNA NACIONALISTA

DURANTE los últimos años hemos escuchado en boca de algunos personajes del entorno nacionalista la palabra «prensa subvencionada» o «prensa nacionalista», para clasificar a los medios de comunicación de ámbito catalán críticos con el españolismo. El último personaje en hacer suya esta definición fue Albert Rivera, para referirse a los medios de comunicación que sacaron a la luz los incumplimientos económicos durante años del estado español con Catalunya. Así, en España, cualquier español que cometa irregularidades en su gestión, que no respete las sentencias judiciales o se «pase por el forro» la Constitución i el Estatuto, malgaste el dinero público o incluso cometa delitos, siempre tendrá la posibilidad de utilizar el comodín de matar al mensajero, diciendo que es la prensa subvencionada nacionalista que «ataca» a España intentando tapar así la realidad.

Pero la realidad es que existe una caverna mediática en España, una especie de club de los guardianes de las esencias patrias, formada por opinadores de profesión, representantes de entidades —como Basta Ya y Fundación FAES entre otras, alientan últimament aq Rodríguez Zapatero y al PP a que sigan incumpliendo el Estatuto e imponiendo la interpretació más restrictiva posible de la Constitución—, líderes y ex líderes políticos, todos ellos estómagos bien agradecidos, cuya misión es mantener públicamente los mitos vivientes de la gran patria española, con dos máximas permanentes en sus argumentaciones: España es solo una nación, y Cataluña y los que defendemos el Estatuto, la igualdad y las libertades de todos los catalanes somos los enemigos de España y los causantes de la crisis. Si se acumula déficit público en las arcas del estado no es culpa del Gobierno sino del conjunto de catalanes que «expolian» a los españoles, sobretodo andaluces i extremeños; si los tribunales sentencian que el estado debe velar por la defensa de todas las lenguas existentes en España conforme a la Constitución es una cruzada del nacionalismo catalán contra España; si se propone una revisión política y económica de Cataluña no es una propuesta para salir de la crisis y mejorar el funcionamiento del Estado, sino un ataque contra España. Si el Supremo o la Audiencia Nacional descubren «el pastel» del caso Malaya y del saqueo de Camps en Valéncia con la consiguiente imputación de líderes de PSOE y PP no es una actuación de la justicia contra la corrupción sino demostración que esta està en todas partes, también en Cataluña.

Tenemos un ejército de sacerdotes —sólo hace falta ver una tertulia de Intereconomia, Veo7, o La10 y observar su libro de estilo para darse cuenta de que todos piensan lo mismo en clave española— pontificando el evangelio españolista y descalificando continuamente a los «enemigos» de Cataluña y cualquier propuesta política, decisión judicial o defensa de libertades que trastoque los pilares de su dogma único. Parece que en estas cavernas defienden otra vez aquello de «una, grande, y libre», para España.